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Crédito: Pixabay/CC0 Dominio público

Recientemente, la inteligencia artificial (IA) ha sido considerada un problema en el esfuerzo internacional urgente para abordar el cambio climático.Como IAjuega un papel más importante en nuestras vidas, necesitará enormes cantidades de potencia informática y almacenamiento de datos.

Como tal, la huella de carbono de la IAse proyecta expandirsedebido a su alto consumo energético ylas emisiones de carbonoasociados con la producción de su hardware.

Sin embargo, la verdad tiene más matices, ya quetambién podría resolver problemas, aportando un importantecontribución a la lucha contra el cambio climático.

La IA podría, por ejemplo, ayudar a obtener datos más precisos.predicciones de eventos climáticos extremoscomo los huracanes o el ritmo al que podemos esperar que se derritan el hielo polar y los glaciares del mundo.También podría ayudarnos a gestionar mejor nuestra infraestructura energética, como las redes eléctricas.

Desde 2012, los mayores procesos de formación en IA consumen cantidades cada vez mayores de potencia informática.De hecho, la tasa se ha duplicado cada 3,4 meses en promedio.

Los centros de datos y las redes de transmisión contribuyenMás del 1% del consumo mundial de energía.y el 0,6% de las emisiones globales de carbono.Una sola consulta aChatGPT(el chatbot avanzado de OpenAI) puede generar muchomás carbono que una búsqueda normal en Google.

Aprovechar la IA para siempre

A pesar de las posibles consecuencias negativas, hay motivos para ser optimistas.Una forma en la que la IA podría ayudar esmejorando nuestra comprensiónde la ciencia subyacente de.

Hay muchas maneras en que la IA podría contribuir a este respecto, pero una podría sermediante la mejora de los modelos climáticos.Se trata de simulaciones por ordenador de cómo funciona el clima de la Tierra y cómo responde, o es probable que responda en el futuro, al aumento de las concentraciones de gases de efecto invernadero.

Sims Witherspoon, de DeepMind, explica cómo la IA podría ayudar a mejorar el funcionamiento de las redes eléctricas.

Técnicas de IA comopodría usarse para simular elementos de modelos climáticos, como la forma en que se forman las gotas de lluvia o las nubes, que actualmente son difíciles de replicar.

De esta manera, la inteligencia artificial no sólo podría mejorar las proyecciones de los modelos climáticos (que se utilizan para guiar las decisiones políticas), sino también reducir la cantidad de potencia informática necesaria para tales tareas.Esto, a su vez, podría ayudar a reducir la huella de carbono derivada del funcionamiento de estosmodelos climáticosEn una charla TED reciente

, Sims Witherspoon, líder de clima y sostenibilidad de Google DeepMind, dijo que la IA puede ayudarnos a optimizar y gestionar los sistemas y la infraestructura existentes, como las redes eléctricas.Redes electricasdebe ser gestionado activamentepara mantener un equilibrio estable entre la oferta y la demanda.

Transición dea la energía renovable es esencial para alcanzar los objetivos de cero emisiones netas.Sin embargo, si bien las plantas de combustibles fósiles son relativamente fiables, la energía eólica y solar es impredecible debido al clima.Esto esdonde la IA podría intervenir.

El equipo de Witherspoon en DeepMind entrenó una red neuronal (un sistema de inteligencia artificial inspirado en el) sobre datos de patrones climáticos históricos e información sobre la producción de energía de las turbinas eólicas.La tecnología resultante funcionó un 20% mejor que los sistemas existentes para pronosticar la generación de energía eólica.Los operadores podrían utilizar esto para planificar mejor las caídas en el suministro y llenar los vacíos con energía de otras fuentes renovables.

Las políticas correctas

A pesar de los beneficios tangibles, la IA también necesita que existan políticas gubernamentales adecuadas para que su potencial se haga realidad.La interacción entre los beneficios de la IA y suses increíblemente complejo.Para ayudar a garantizar que la IA tenga un impacto neto positivo, es necesario que todas las partes involucradas, incluidos los gobiernos y las empresas de tecnología que desarrollan sistemas de IA, sean transparentes sobre sus costos ambientales.

Sólo a través de la transparencia y¿Podemos tomar decisiones informadas y estratégicas sobre el uso de la IA para mejorar los efectos positivos y encontrar soluciones que reduzcan los impactos perjudiciales de la tecnología en el medio ambiente?

Tal como está hoy, la IA no es una tecnología particularmente ecológica y su desarrollo es costoso.Sin embargo, el cambio climático es nuestro mayor desafío y la IA podría ser un aliado valioso si podemos encontrar soluciones que compensen sus desventajas.

Este artículo se republica desdeLa conversaciónbajo una licencia Creative Commons.Lea elartículo original.The Conversation

Citación:La IA puede generar una enorme huella de carbono, pero también podría ser un aliado fundamental en la lucha contra el cambio climático (2024, 7 de abril)recuperado el 7 de abril de 2024de https://techxplore.com/news/2024-04-ai-huge-carbon-footprint-critical.html

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